miércoles, 30 de mayo de 2007

El cuento de la lechera

Lo primero de todo es pedir disculpas por todo este tiempo de “silencio”. Y es que mis obligaciones académicas no solo es que me quiten tiempo sino que convierten mi escasa inspiración, ya de por si de baja calidad, en nula. A parte de ese sentimiento de culpa que te hace pensar “¿qué hago escribiendo cuando debería estar estudiando?”.


El caso es que tengo pendiente un artículo sobre los play-offs, pero hoy he decidido contaros un cuento. No, no he convertido el blog en uno infantil, es sólo que después del draft a mi mente llegó el recuerdo de “El cuento de la lechera”. ¿Lo recordáis? Esa joven que llevaba su leche y comenzó a pensar que compraría con el dinero que sacaría de venderla y en que lo invertiría para así hacerse, prácticamente, rica. Pero mientras pensaba se tropezó y rompió el cántaro donde llevaba la leche, y todos sus sueños se derramaron igual que el líquido.


Pues exactamente eso es lo que les ha pasado a varios equipos de la NBA con el draft. Sobretodo me vienen dos a la cabeza, Memphis y Boston, pero los que más me han recordado al cuento, por su forma de actuar, han sido los Grizzlies. Y a ellos será a los que utilice para la nueva versión del cuento.




”Érase una vez un equipo de baloncesto. El equipo estaba pasando una época muy mala y llevaba, prácticamente, la mitad del año pensando en que a final de la horrible temporada que atravesaban, tendrían el premio de elegir los primeros en la elección de los mejores jóvenes del mundo. Ya se veían eligiendo al mejor de ellos, que les permitiría tener en su equipo a dos estrellas de la liga, ya fuera conservando al actual líder del equipo o cambiándolo por otro gran jugador.


Se las prometían muy felices y estaban todos entusiasmados con el futuro que se les presentaba y con el gran equipo que tendrían la próxima temporada. Pero la gran noche llegó y no cumplió con sus expectativas, el número uno que esperaban se convirtió en un cuatro por arte de la diosa fortuna y sus planes se vieron truncados.


Y allí quedo el equipo, sin rumbo, sin timón ni timonel, sin saber que hacer con su futuro ni con su número cuatro.


Y es por eso amigos que nunca se deben hacer planes contando con cosas que no están en nuestra mano…”


Se que no soy un gran cuenta-cuentos pero ¿verdad que la historia viene muy bien en este momento. Los aficionados de Memphis y Boston estaban totalmente ilusionados pero fruto de azar se han visto empujados, de nuevo, a una situación de incertidumbre.


Veremos si alguno de los dos consigue hacer realidad todas esas ilusiones de antes de la noche del sorteo del draft pese a que la suerte les haya esquivado. Personalmente espero que si.

1 comentarios:

Kamarada Danielov dijo...

Pues sí Pablo, te doy la razón...ro eres un gran cuntacuentos, je je je. Con la historia esta, más que el cuento de la lechera, se me ha venido a la cabeza una mezcla de citas bíblicas y del refranero español actualizado:
"Bienaventurados los últimos porque.....¡Patada en los cojones!".

De todas formas, por lo que cuentas, es un claro error de organización y liderazgo. Ya sabes que no soy ni de lejos un gran conocedor de la NBA ni de su funcionamiento, pero está claro esos errores tienen 1 o 2 responsables en mayor o menor medida:
1) El entrenador. No se cuanto tiempo lleva en el equipo (se que un entrenador en cualquier lado, menos en la liga de fútbol española, suele estar varios años en los que se planifica y construye un proyecto, en vez de esperar resultados inmediatos) pero en este caso da igual, porque no creo que un clasificación así no es admisible para nadie con espectativas de equipo medias-altas. No quiero decir con esto que haya que echarle (no voy a ser yo quien le diga a alguien como hacer su trabajo, pero no creo que haya dicho nada descabellado).
2) El jefe (de ámbito deportivo) que tenga el entrenador. Ya que dices que esta situación de inestabilidad no es nueva, a medida que se repiten errores y fracasos se amplia hacia arriba el número de salpicados por los mismos, por no saber aprender de los mismos.

En cuanto al draft, digo un poco lo mismo que antes, no se si el responsable será uno de los dos mencionados anteriormente, pero en cualquier caso tenían que haber sabido reaccionar ante los acontecimientos que se iban sucediendo. De todas formas, ¿tan malo es un descenso del #1 al #4? (lo que no me ha quedado claro es a que se refieren esos números, si a la elección del jugador, o al jugador en sí que pensaban pillar).