Randy Foye, el hombre espejo

Ante todo quiero pedir disculpas por este periodo de ausencia, pero he tenido problemillas personales de esos que, lejos de ser graves, te quitan las ganas de casi cualquier cosa. Dicho esto y esperando que me comprendáis comienzo con un artículo que tenía ganas de escribir hace tiempo pero que no había encontrado hueco para hacerlo. Es la tercera entrega de biografías, y como anuncié en la última (sobre Adam Morrison) es acerca de otro rookie: Randy Foye.

Deportivamente hablando se trata de un base con gran manejo de balón y un uno contra uno con los que se granjeó la fama de ser uno de los mejores jugadores universitarios creándose sus propios tiros y, por lo tanto, creándolos para los demás ya que tiene buena visión de juego. Jugó en la universidad de Villanova hasta que decidió saltar a la NBA.

Fue elegido en la séptima posición del último draft por Boston Celtics que posteriormente lo traspasaron a Pórtland y éstos, a su vez, lo mandaron a Minnesota a cambio de Brandon Roy. Tuvo un comienzo de temporada titubeante debido a que su entrenador no confiaba mucho en él y no le daba muchos minutos, pero poco ha poco ha ido aumentándolos y ganándose los minutos que le permiten ir mejorando sus números paulatinamente. Actualmente es uno de los Rookies mejor colocados para ganar el premio al novato del año, aunque parece que ese honor está reservado para el jugador por el que lo traspasaron desde Portland, Brandon Roy.

Su vida personal ha sido tan agitada como su llegada a la liga. Su padre murió en un accidente de moto cuando él tenía 3 años. Poco después su madre les abandonó, a él y a su hermano en una guardería y nunca más se supo. Randy sufre una rara enfermedad denominada “situs inversus” que provoca que los que la sufren tengan los órganos colocados como si pusiéramos a una persona delante de un espejo (de ahí el título de la entrada), es decir, que tiene el corazón en la derecha, por ejemplo. Pero esta enfermedad no afecta para nada a su juego.