
Pero el meollo del asunto no es ese, lo gracioso de la historia se ha descubierto hace poco. Y es que se ha destapado que Eddie Griffin no perdió el control del vehículo por culpa de un movil, sino que fué un descuido suyo. "¿Qué provocaría el descuido?" os preguntareis, (si alguno sabe la respuesta que no la diga todavía, a ver si alguien es capaz de averiguarlo).
No ¿verdad?. Lo que provoco ese descuido es tan sorprendente como humillante para el jugador. El caso es que nuestro amigo Eddie, a parte de ir un poco bebido, iba en su coche viendo un DVD porno... ¡¡¡mientras se masturbaba!!!
Parece que aunque Eddie se convierta en una superestrella de la liga ya nunca más será recordado por nada que haga en una cancha de baloncesto, siempre será recordado como Eddie Griffin el Onanista.
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